- Apague las luces al salir, mantenga encendidos solo los bombillos que se vayan a utilizar.
-Mantenga limpios los bombillos. El polvo y la suciedad no permiten que iluminen bien.
-Aproveche al máximo la luz del día.
-No ilumine extensivamente un área para realizar tareas específicas.
-Utilice iluminación directa, resulta además mucho más confortable.
-Reemplace, en la medida de lo posible, los bombillos convencionales por lámparas fluorescentes o por bombillos ahorradores de energía.
-Tenga en cuenta que en una ducha se consume la tercera parte de la energía que se consume en un baño.
-No utilice más agua caliente de la necesaria. Por ejemplo, no deje el grifo abierto mientras se enjabona o se lava los dientes.
-Adquiera cabezales de ducha de bajo consumo, permiten un aseo cómodo gastando la mitad de agua y de energía.
-Puede colocar en los grifos reductores de caudal (alrededores).
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